Y es que hace ya algunos años, mi afán de ser profesora de universidad me llevó a hacer el doctorado. Seguí un camino que desconocía pero que estaba convencida de hacer, pasara lo que pasara.
Busqué una beca en mi universidad y tuve la suerte de que me la otorgaran. Una beca para ser profesora durante dos años y un contrato laboral otros tres después. Así que, sin pensar que esta decisión me llevaría 5 años de estudio de mi vida más, acepté la beca y seguí ese camino. Hasta ese momento llevaba 5 años de carrera, 2 de Master y dispuesta a trabajar siendo profesora y hacer una tesis doctoral mientras, otros 5 años!! Muchos amigos no lo entendían. Cásate... Ten hijos, disfruta un poco más de la vida, viaja mucho. Bueno, casar y tener hijos podían esperar. La vida es muy larga y mi etapa de madre y esposa ya llegaría después. Me divertía, disfrutaba y viajaba... Quizás no todo lo que una persona desea, pero si lo suficiente como para no perder mi alegría!
Y con esta aventura conocí a mucha gente como yo, dispuestos a hacer una vida diferente con tal de conseguir una meta. Una meta dura, una meta difícil y distinguida... Personas maravillosas con las que crecí como persona más que con muchas otras con las que salía de fiesta.
Pero..., ¿qué aporta un doctorado? Vamos a dejar a un lado que es algo imprescindible para una carrera de profesora de universidad. También que de los doctores depende la investigación del mundo, como las vacunas de las enfermedades o la capacidad de los móviles. Está claro que un doctor es alguien que domina una materia y hace cosas extraordinarias para la comunidad científica.
En esta entrada me quiero centrar en qué da un doctorado como crecimiento personal. Un doctorado son muchos años y mucho trabajo. Noches de trabajo sin recompensa a corto plazo. Nadie te paga las horas extras ni nadie te promete un ascenso. Tampoco mantienes tu trabajo por currar más. Trabajas para ti y para el mundo. La capacidad de esfuerzo, de trabajo y de resistencia se potencia tanto que llegas a no valorar si trabajas mucho o poco. Perseverancia pase lo que pase. Fallar y volver a intentarlo mil veces. Que durante muchos años no te reconozcan y seguir seguro de uno mismo para lograrlo. Eso es muy difícil de aprender en la vida, un doctorado te lo ofrece de manera inmediata tras un deadline, un artículo no aceptado o una línea de investigación no exitosa. Muchas, muchas horas de trabajo. Mucha desesperación, poco dinero, poca seguridad laboral, muchos disgustos y todo vuelve a empezar porque el doctorando sabe que si aguanta y lucha, lo conseguirá.
Mientras haces el doctorado muchas veces te preguntas qué haces ahí, por qué no te buscas un trabajo mejor, por qué no estás todos los fines de semana en los bares... Porque los doctorandos somos humanos y también nos gusta descansar, ver la tv o irse todos los días de cañas. Pero la tesis es un reto, la idea de conseguir algo que muy poca gente consigue, de demostrar la fortaleza física y psíquica que se necesita, hace ser fuerte y seguir. Porque lo más fácil es rendirse y abandonar. A nadie le gusta estudiar, trabajar o no salir un día o dos o tres. Lo más sencillo es pensar que "tengo que disfrutar la vida hoy en los bares". Quizá por ser lo más fácil es lo que la gente quiere hacer y tiende a hacer. Hacer una carrera universitaria, o un Máster, o un doctorado después, es duro. Una carrera difícil es muy duro. Pero merece la pena...
Además! Hay tiempo para todo, porque jamás he sido asocial (por Dios, tengo un blog de planes!!!!) siempre he tenido amigos, novio, he ido a clases de baile o he hecho miles de planes. Pero quizá combinaba ambas cosas en su medida y renunciaba a muchas otras en las épocas de más tensión doctoral! La vida también es eso!!
Resolver problemas, conseguir lo que se quiere, aprender tu materia, conocer gente de todo tipo y de todo el mundo, hablar en público, descubrir cosas buenas para el mundo y la sociedad... Todo eso es una tesis. No me he casado aún... Tampoco he tenido hijos. Tardé más en irme de casa! No me arrepiento nada. Lo volvería hacer. Soy joven. Todo eso seré capaz de hacerlo más adelante y más. Y tengo una tesis doctoral en mis espaldas!!
¿Y por qué escribo esto hoy? Soy doctora desde hace año y pico, pero hoy tuve mi día de investidura. Un acto donde la universidad, la Academia, la comunidad científica y la sociedad te reconoce el trabajo de tantos y tantos años! Llevo formándome y estudiando 12 años en la universidad. Trabajando desde los 22 años en proyectos de investigación y como profesora. Un trabajo que me ha robado muchos años pero que gracias a ellos nuestros años de ahora son mejores. Eres más maduro, más completo, más luchador, más constante, más aventurero y más agradecido! Todo tiene solución si se lucha. La capacidad de sacrificio es tan grande que desarrollas una fuerza donde no la hay cuando se necesita en la vida... Los retos y los sueños no se abandonan, sino que se luchan!!
Hoy conocí a muchos doctores como yo, cada uno en su área. Cada uno con su historia detrás...
Algunos dejaron su país o pueblo para encadenar en Madrid becas de poco sueldo y no seguras ni permanentes para perseguir su sueño.
Otros renunciaron a sus parejas, quienes no comprendían sus horas de trabajo nocturno no remuneradas. Otras publicaron artículos tan importantes que se han patentado y se utilizan en empresas. Otras han esperado a tener hijos muchos años y ya venían hoy embarazadas!
Algunos, incluso, están colaborando en la cura contra el cáncer, están desarrollando mejoras para vídeoconsolas o baterías más duraderas para los móviles. Gente extraordinaria y poco común. Algunos tienen hijos y se lamentan por haber disfrutado poco de ellos durante la tesis, pero ahora saben que podrán comerse el mundo si ellos quieren y junto a sus pequeños.
Con ellos he vivido un día muy bonito y feliz, por lo que se lo agradezco. A ellos y a mi familia, amigos y pareja por animarme y apoyarme durante todo este tiempo. Habéis sido mi medicina, mi cafeína y, por supuesto, unos brazos que compartir tanto en las alegrías como en los momentos más duros!!
Porque un doctorado no solo me ha dado un mejor trabajo, una distinción, un mejor sueldo o un conocimiento puntero y mayor muy valorado. Me ha dado muchas capacidades de vida, con las que he crecido, he madurado y me han hecho como soy hoy y como, probablemente, sea en un futuro.
Laura!