El cementerio de los ingleses

¿Sabías que en Madrid hay un cementerio británico? Nació en 1854, después de años de negociaciones entre el gobierno británico y el Ayuntamiento de Madrid, para  poder dar sepultura a los cristianos no católicos, ya que no eran admitidos en otros cementerios existentes en aquel entonces. El gobierno español presionó para que los enterramientos se hiciesen «sin culto, ritual, pompa, ni publicidad». Andando el tiempo, también se fueron enterrando personas de otras confesiones, aunque no fueran cristianas, así que hay parte judía e incluso una tumba musulmana. La mitad de los aproximadamente mil enterramientos son de británicos, pero también hay 49 estadounidenses, 63 alemanes, 30 españoles, 28 suizos, 27 franceses. En la embajada británica se lleva un registro de los enterrados en el cementerio, que tiene un estatus parecido al de las embajadas extranjeras.

Su característico estilo inglés, sus lápidas y su aire rural, son características que marcan el pequeño cementerio como un lugar evocador de jardines y tradición inglesa.

Entre las personalidades enterradas en el Cementerio Británico, cabe citar al fundador del Circo Price, el fundador del Restaurante Lhardy, la familia Loewe… 

Para situarse históricamente, hay que pensar en la España de la II Guerra Mundial, aunque el país era oficialmente neutral (a pesar de enviar la División Azul o ser una potencia amiga del Eje) se convierte en un nido de espionaje. Mientras que los nazis tuvieron como centro de operaciones y encuentro el Hotel Ritz o el restaurante Horcher, los británicos harían lo propio en el Embassy, fundado por Margaret Kearny. Embassy y su papel como centro del espionaje británico se ha popularizado por ser uno de los escenarios de la obra El tiempo entre costuras. Margaret Kearny desempeñó un papel fundamental en la salvación de varios miles de refugiados. Mientras que a la vista funcionaba el salón de té en los sótanos cobijaba a refugiados de la guerra  que entraban ilegalmente en España o procedentes de los campos de prisioneros que el hasta que pudieran salir de España vía Portugal o Galicia. 

Falsos embajadores, médicos colaboracionistas y mucho más son los protagonistas de muchas de las historias que descansan eternamente en este camposanto. La visita es interesante, desde luego. Está situado en Carabanchel, concretamente en el Barrio de San Isidro y tiene entrada por la calle Comandante Fontanes número 7 (Metro Urgel). Abre al público martes, jueves y sábados (excepto días festivos) de 10:30 a 13 h.