Es un sitio acogedor, característico de montaña y con una comida de gran calidad. Es pequeño, por lo que se aconseja reservar antes o no podrás tener sitio. A mediodía suelen tener dos turnos. Si puedes esperar a comer a las 14:30 os lo recomendamos, ya que podrás disfrutar de una sobremesa junto a su chimenea.
A mediodía podrás comer o bien de carta o bien de menú. Por carta, el precio con un primero y un segundo rondará los 35€, 40€. Su gran especialidad el entrecot y el cordero a la brasa. Utilizan la propia chimenea que calienta el salón para rematar los chuletones, que están, sin lugar a duda, espectaculares.
Si te animas con el menú, te saldrá mas barato y no te arrepentirás. Un primero, un segundo, postre y vino por 20€. De segundo, a pesar de tener una amplia oferta en el menu, no dudamos en pedir el entrecot a su punto, ya que al fin y al cabo habíamos ido hasta alli para confirmar su fama. De los mejores entrecot que hemos probado hasta la fecha.
De primero, compartimos dos platos que recomendamos totalmente: pasta con salsa de setas y foie en acuarela de mermeladas. En nuestra opinión, la calidad de los platos es muy alta, y el precio de sobra lo vale.
Para terminar y con el estómago ya bastante lleno, pedimos crema de yougurt con arándanos y helado de café con crema de bailys, dos platos finales que nos hicieron confirmar que la próxima vez que vinieramos por pirineos, volveríamos a Casa Martón.
Si, por otro lado, prefieres venir por la noche, el pueblo iluminado será sin duda, el mejor remate a una cena increíble.
Laura!
Es un rincón ideal para disfrutar de pirineo con todos los sentidos!!!!
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