Últimas semanas complicadas y en especial un deseo enorme: que llegaran unos días de descanso para recargar las pilas!
Mapa en mano, reservas hechas, buenos amigos como compañía y arrancamos para hacer un corto viaje, pero lleno de cultura, experiencias e imágenes impresionantes!!
Comenzamos por Lleida, una noche allí y un paseo por la mañana para ver el castillo! Nuestro hotel estaba muy bien situado, así que no tardamos nada en encontrarlo.
Como nuestro destino estaba en Francia, nos pusimos camino a Carcasonne. Sin embargo, antes paramos a pasear y conocer las calles de Andorra y de Foix.
Barrio gótico de Andorra y calle de las compras se sucedieron tras un magnífico picnic que hicimos en un parque céntrico lleno de cerezos. Después, en el camino a Francia descubrimos los montes de Andorra llenos de nieve.
La parada en Foix no podía faltar. Un pueblo medieval vigilado por un castillo en lo alto de la montaña que puede ser visto desde todas las esquinas del pueblo. La parada es corta, ya que el pueblo es pequeñito y decidimos no entrar dentro del castillo para continuar con nuestro viaje.
Y aquella noche, tras kilómetros recorridos y primeros destinos ya descubiertos, llegamos a Carcassone.
Al día siguiente, emocionados como niños jugando con sus playmobil en la época medieval, recorrimos Carcassone entero. Sin palabras. El mayor castillo medieval que se mantiene intacto tras varias guerras, reconquistas y reconstrucciones. Lugar donde aparecieron los cátaros entre otros rincones franceses.
Para unas fotos generales, lo mejor es ir al puente donde pasan los coches. Desde ahí, podrás ver la grandiosidad del la ciudadela y su puente de piedra. Después, fuimos acercándonos poco a poco descubriendo primero por fuera y luego por dentro.
Dentro de la ciudadela encontrarás miles de casitas medievales, tiendas y restaurantes. Entramos al castillo, y merece realmente la pena. La entrada son 8,5€ aunque hay oferta reducida para niños, estudiantes y profesores que se queda a 6,5€.
Después, fuimos a comer a uno de los restaurantes de la ciudadela, aprovechando que había menú diario y salía muy bien de precio. Un menú típico francés con gallete, cazolette y poulet a la Carcassone. Muy rico todo, lo que nos permitió recuperar fuerzas tras la caminata.
Y por supuesto, como amantes de los juegos de mesa, jugamos al Carcassone en Carcassone.
El siguiente destino, totalmente maravillados y fascinados fue Albi. He de decir que tras las imágenes que teníamos grabadas en la retina de los torreones de Carcassone, la muralla, las ventanas, los patios... Teníamos el listón del resto de destinos muy por debajo, pensamos que a partir de ese momento, nada sería como la ciudadela de Carcasonne.
Sin embargo, llegamos a Albi, y la ciudad fue preciosa! Otra de las regiones donde estuvieron los cátaros y donde se hizo una cruzada en contra de ellos. Una catedral enorme de ladrillo visto, y un río genial rodeado de casas medievales.
Un sitio precioso donde estuvimos en una casita de una maestra francesa preciosa y muy acogedora. Siguientes destinos... El Castillo de Mauriac, uno de los castillos más grandes y mejor conservados de la zona, comprado actualmente por un pintor francés.
Seguido de Castelnau de Montmiral, un pueblo medieval pequeñito y muy encantador.
Seguimos con Penne, aún más pequeño pero con mayor encanto y las ruinas de un gigante castillo situado encima de la montaña. Aprovechando que todos estos sitios estaban cerquita, cada pueblo nos encantaba más y no tardábamos nada en ir de uno a otro.
Subimos al castillo en ruinas, y las vistas de los viñedos eran espectaculares. Seguimos por Montauban, un pueblo mucho más grande que estos últimos, donde comimos y recorrimos sus calles.
Y por último de ese espectacular día, llegamos a Toulousse, ciudad grande, llena de ambiente, de sitios y de personas. Vimos las iglesias, el Capitolio, el jardín japonés y el río con sus espectaculares vistas al atardecer.
Siguiente destino, Lourdes. Un sitio increíble. Primero porque es un sitio bello con su castillo y su santuario. Y segundo, porque la cantidad de almas y deseos que se sienten en ese sitio es increíble. Por supuesto, cogimos agua bendita, vimos la gruta y vivimos la experiencia desde el mayor respeto posible por la gente de allí.
Después, fuimos a los pueblos cercanos como Saint Savin, con unas vistas y una abadía de piedra preciosa y subimos hasta el Pont d'espagne, donde estaba todo nevado. El Pirineo francés es precioso, lo que hace que los viajes entre ciudades sean maravillosos.
Y este fue el último destino de este magnífico viaje, donde recorrimos una ruta de cátaros preciosa. La vuelta atravesó los Pirineos franceses y el aragonés, con maravillosas vistas que no dudamos en fotografiar incluso desde el coche.
Y ahí y con todo esto, os préstamos nuestra ruta, por si en un viaje 5 días y medio queréis disfrutar como niños de esta época medieval y de cuento, como hemos hecho nosotros durante estos días.
Laura!