Calle Santa Teresa, número 8. Apuntad la dirección porque, si queréis tomar la mejor comida casera (excelente cocido incluído), éste es vuestro sitio. Un pequeño restaurante, a dos pasos del Tribunal Supremo y de la SGAE, por lo que es fácil encontrarse con personas conocidas del mundo de la judicatura, así como artistas, politicos, escritores..
La decoracion es muy sencilla, no tiene apenas atrezzo pero ni falta que le hace. Allí, lo verdaderamente bueno, es la comida y el personal súper atento, amable, encantador... Vamos que te sientes como en casa, pero de verdad y es que éste es un buen lugar donde ir con toda la familia.
El cocido, espectacular (es uno de los establecimientos participantes en la Ruta del Cocido Madrileño y, el año pasado, ganó el premio al Mejor Vuelco de Carne) Yo, que soy muy sopera, doy fe de que la sopa del cocido es de las mejores que he probado nunca (rivaliza con la de mi abuela, con eso lo digo todo). En la carta, además, fabada, pencas de acelga rellenas de rabo de toro, una menestra de verduras de quitarse el sombrero, croquetas, merluza en salsa de chipirones, albóndigas de ternera y también casquería.
Imoortante, los viernes de Cuaresma no falta el potaje de vigilia (garbanzos con bacalao y espinacas) del que también nos declaramos fans absolutos.
Lo postres también excelentes (la mejor tarta de queso que he probado en la vida).
Vamos, que es de locos perdérselo.
Yo ya avisé a Lola, que es quien lleva día a día el restaurante, que tengo que probar sus salmonetes de roca, que pocas cosas me gustan más que los salmonetes y, con lo bien que cocinan todo, tienen que estar de muerte.
A disfrutar!
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