Un pequeño museo, muy bien cuidado y estupendamente atendido, en pleno centro de Madrid que nos traslada al siglo XIX. La verdad que yo no lo conocía y aproveché el fin de semana para recorrerlo.
La visita dura alrededor de una hora, si vas detenidamente por sus salas con el libro guía que te prestan a la entrada donde está todo súper explicado y de un modo muy ameno.
Se encuentra en la calle de San Mateo, ocupando el antiguo palacio del marqués de Matallana, edificio de trazas clasicistas de Manuel Martín Rodríguez, quien se encargó de su construcción en 1776.
No se trata de la mera exposición de objetos, sino que es un palacio que recrea el ambiente de la época, centrado en la vida cotidiana y las costumbres decimonónicas. La última sala tiene un espacio multimedia donde mayores y pequeños pueden poner a prueba sus conocimientos tratando de averiguar qué son algunos de los objetos que se muestran.
La verdad que la visita es agradable y, además, puedes terminarla con un té en su precioso Café Jardín, donde además sirven unas tartas deliciosas (¡merece la pena!)
La entrada general cuesta 3 euros y la reducida 1,5 (además los sábados a partir de las 14:00 h es gratuito). No tenéis excusa!
Cris.
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