Una bodega centenaria, con solera, una cerveza tirada de maravilla y de los mejores (sino el mejor) pincho de tortilla de la capital. Fundada en 1892 continúa con su aspecto de venta y despacho de vinos. Es la séptima taberna más antigua de Madrid. Si no la conocéis, no sabéis lo que os estáis perdiendo. En la calle Colón 13 (entre Malasaña y Chueca) se ubica este castizo lugar donde, sin duda, merece la pena ir.
Para beber casi todo el mundo se inclina por su cerveza, toda una institución. Tardan cinco minutos en tirarte una pinta, pero es que cuando luego la pruebas te das cuenta del arte que ha tenido la cosa. También tiene vermut de Reus.
Pero, a los que además de la cervecita nos gusta la tapita, os diré que aquí TODO está bueno y además puede tomarse a cualquier hora de la mañana, tarde o madrugada.
Imprescindible pedirse la tortilla, ganadora de infinidad de concursos (también la háy con callos, por cierto), las croquetas, el salmorejo... y para mi las alcachofas a la plancha mas ricas del mundo.
Tenéis que ir, sí o sí. No conozco a nadie que no haya querido repetir.
A disfrutar!
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